Hoy me preguntaba un buen amigo cuál es la clave para aumentar la motivación de sus empleados, no solo con el fin de aumentar la productividad laboral, que siempre viene bien, sino también para crear un buen ambiente y ver más caras sonrientes entre ellos mismos, que cada vez escasean más.
Después de mostrarle unas gráficas que publicó la OCDE hace unos años de la diferencia de evolución de la productividad laboral entre las empresas de servicios punteras y las tradicionales, le explicaba que no hay fórmulas magistrales genéricas que resulten efectivas para esto, o pulsadores instantáneos que lo generen, aunque hay quien los vende. Desde mi punto de vista, la forma de conseguir una motivación laboral sostenible implica en muchos casos un cambio de cultura empresarial, un nuevo modelo productivo que tenga en cuenta el bienestar en las empresas, el bienestar de todos, en el que tanto empleados como empresarios sientan que forman parte de un mismo sistema en el que se necesitan unos a otros y al que todos aportan valor, porque el éxito y la sostenibilidad del proyecto, es el éxito de cada una de las personas implicadas en él.
Por mi trabajo dentro de la Consultoría para el Bienestar Laboral y la obtención de la Certificación de Bienestar Laboral, con frecuencia encuentro empleados que procuran aportar el menor valor posible cada día en su trabajo y se justifican a sí mismos de mil maneras diferentes: salarios bajos, jefes y/o compañeros insoportables, la empresa me explota, me van a pagar lo mismo, es que esto es solo un curro, mi vida empieza cuando salgo… O empresarios que consideran a los empleados un mal que hay que soportar… Ambos no son conscientes de lo que esa actitud implica en sus vidas y las consecuencias en el bienestar de las empresas.
Aportar valor es lo que nos hace valiosos como personas y cuanto más valor aportamos más valiosos somos dentro del sistema, la empresa, la sociedad y sobre todo ante nosotros mismos. Y aquí está una de las claves, sentirnos valiosos nos ayuda a respetarnos, a darle sentido a nuestra vida, a realizarnos como persona y nos proporciona una motivación constante e inagotable, y no me refiero únicamente a la motivación laboral. Te invito a probar la experiencia, si no lo has hecho ya. ¿Conoces algún personaje relevante de cualquier ámbito de la historia que no aportase lo mejor de sí a su sistema?
¿Crees que un equipo de trabajo con persona así tiene una alta productividad laboral? Pues sí, la tiene, pero además se convierte en un verdadero imán para el talento, todos quieren formar parte de ese equipo, aportar lo mejor de sí mismos en él, y lo cuidan como un tesoro, creando un sólido compromiso laboral que beneficia a todas las partes.
Si aportamos valor cada día, cualquier sistema tarde o temprano nos lo compensará, porque ese hecho nos hace importantes para la supervivencia del sistema.
Después de esto la pregunta de mi buen amigo fue ¿sí, pero por dónde empiezo?, ¿dónde está la llave de esa puerta? Mi respuesta fue: empieza haciendo el Índice Nacional de Bienestar Laboral de tu empresa y basándote en los resultados que te ofrece.