Es momento de fluir en la acción, de construir, o reconstruir, con lo que tienes a tu alcance (medios, habilidades, fortalezas, experiencia, conocimientos, etc.).
Si te preguntas ¿cuándo volverá a ser todo igual que antes? Necesitas entender que la respuesta es “nunca”, cuanto antes lo asumas mejor. La vida implica un cambio permanente. Cada día, o incluso cada minuto que pasa, es diferente del anterior, aunque sea ligeramente. Y más después de un “tsunami” de varias olas como el que estamos teniendo por el COVID-19.
Necesitamos fluir en una actividad continua de adaptación a las circunstancias, haciendo, no haciendo, deshaciendo y rehaciendo, tantas veces como sea necesario, hasta sentir ese fluir, como parte de la rutina diaria de adaptación al momento.
A veces los cambios vienen desde dentro y afectan a nuestra actitud, el trabajo, la pareja, etc. Otras veces viene de fuera en forma de una pérdida, un despido, una enfermedad, el cierre de un negocio… En cualquiera de los casos, más allá de un posible dolor inicial, o desorientación, tienes dos opciones básicas de actitud:
- Lamentarte indefinidamente sintiéndote víctima de la vida y justificando tu situación
- Reponerte construyendo algo nuevo con todo lo que tienes, incluyendo el apoyo de la familia y/o amigos.
Es fácil caer en la excusa-trampa de que lo que tienes en este momento no te gusta, no lo quieres, o que con ello no puedes hacer nada, solo sé consciente de que esto te lleva a crear una justificación (solo ante ti), para permanecer en la queja y el sufrimiento indefinidamente.
Ambas actitudes son posibles. Una crea sufrimiento y destrucción en ti y en tu entorno. La otra te da fuerza para llevar a cabo grandes cambios. Una se focaliza en lo perdido y posiblemente en la imposibilidad de recuperarlo. La otra se focaliza en tomar consciencia de lo que ya tienes y en todo lo que puedes construir con ello. Una te hunde, la otra te saca a flote… ¿Cuál actitud eliges?
Encuentra para cada uno de los aspectos a los que necesites adaptarte, el aprendizaje de errores y éxitos pasados, cómo aplicar tus habilidades en ese ámbito, qué habilidades necesitas adquirir, cómo disfrutar de lo que estás creando, y cómo hacer que eso te aporte valor y bienestar a ti y a tu entorno.
Otro ingrediente fundamental que necesitas es la constancia. A veces las cosas requieren su tiempo, o no salen como nos gustaría en el primer intento. Persiste, insiste, continúa, remodela, deshaz lo que no te guste de lo que estás creando y vuelve a rehacerlo. Esta constancia crea la actitud que necesitas para seguir con la reconstrucción continua que implica estar vivos, tomándola como un juego, o como un deporte que nos permite estar en forma y disfrutar de mayor bienestar y una vida más plena.
Respira, toma fuerzas, fluye, construye y disfruta
¡Que tengas un feliz día!
Jose Luis Celemín Tercero
joseluis@businessforevolution.com