En las circunstancias que vivimos, escucho decir con frecuencia: “…antes lo tenía todo controlado y ahora mira…”, “…no sé lo que va a pasar mañana”, “…no puedo vivir con esta incertidumbre…”
Si en algún momento te descubres pensando así, te invito a preguntarte si alguna vez realmente has tenido todo bajo control, o si has sabido con absoluta certeza lo que pasaría mañana. ¿Cuál ha sido el principal motivo del cambio de manera de pensar? Ha cambiado tu percepción de seguridad y control. Antes quizás vivías con una percepción de control, más o menos amplia, que te reafirmaba la rutina diaria, y evitabas contemplar la incertidumbre que implica estar vivo/a.
Lo cierto es que en ese aspecto no ha habido grandes cambios, antes tu control también era bastante limitado, aunque tu percepción de él fuese muy alta.
Ahora, las circunstancias nos enfrentan con algo radicalmente nuevo y emerge una nueva percepción, la sensación de falta de seguridad y control en aspectos básicos de nuestra vida, desde la salud, el trabajo, la movilidad, las relaciones incluso con seres queridos, hasta la obligatoriedad del uso de elementos que limitan nuestra capacidad de respirar.
Pensarás: “vale, pero ¿qué puedo hacer si no puedo cambiar las circunstancias?”. Pues gestionar tu respuesta y tu actitud ante las nuevas circunstancias.
Quizás te preguntes: “Pero ¿cómo?… Aquí tienes algunas recomendaciones:
- Se consciente de que todo “tu mundo”, la realidad que vives, está formada por tus percepciones, que son tu forma particular de interpretar lo que sucede. Si eres capaz de cambias tus percepciones, cambia tu vida, la “realidad” que te rodea. Es como si cada uno viésemos a través de unas gafas que filtran las imágenes que les llegan. O como si oyésemos a través de un traductor simultaneo que hace su propia interpretación de lo que nos dicen. Cambiando de traductor, o de gafas, cambiaría el mensaje. La invitación, es a que elijas tú conscientemente al traductor, o las gafas, en función de en qué mundo quieres vivir. Por ejemplo, encontrar la oportunidad que genera cada circunstancia y su lado positivo. Percibes aquello donde pones el foco.
- Enfócate en lo que tienes, en lugar de en lo que no tienes, o en lo que perdiste. Esto ayuda a cambiar tu percepción, te permite ser consciente de tus herramientas, estudiar las opciones que puedes tomar con ellas y te da capacidad de acción. Te permite una actitud proactiva ante las circunstancias, y te abre a la búsqueda de soluciones.
- Agradece con frecuencia todo lo que tienes. Te ayuda a sentirte afortunado, abundante, fuerte, capaz. Te da fuerza para seguir adelante, para perseverar.
- Sonríe conscientemente, aunque no sepas bien por qué lo haces. Esto te trae alegría, buen humor y quita dramatismo a las circunstancias. Además la vida resulta más divertida y llegarás a descubrirte sonriendo inconscientemente sin saber por qué, aunque te dará igual porque te sientes genial.
- Respira profundo al menos tres veces seguidas y en varias ocasiones durante el día. Te ayuda a oxigenar mejor y es como un pequeño reset que te permite una mejor visión de conjunto.
- Renuncia a intentar controlarlo todo. Ya sabes que no puedes. Deja de preocuparte y ocúpate solo de gestionar y adaptarte a las circunstancias que te lleguen. Te ahorrará mucha energía y te dará paz.
- Decide qué aportarle tú a cada día. En lugar de esperar pasivamente a ver qué te trae el día, decide cada mañana qué vas a aportarle tú a ese día, a las personas con las que interactúes, a tu actividad profesional, a ti mismo/a. Por ejemplo: una sonrisa a cada persona a la que mires, una palabra amable, mejorar algo en tu trabajo, …independientemente si eres correspondido/a, o no. Tú solo eliges tu actitud y lo que te aporta, sin pretender que los demás hagan lo que tú. Recuerda que emocionalmente recibes lo que das. Cuando ofreces sonrisas estás recibiendo los beneficios de tu propia sonrisa. Cuando das fuerzas y apoyo moral a alguien estás sintiendo esa misma fuerza y apoyo.
¿Te gustaría estar con alguien así a tu lado?, pues si tú eres así, lo mismo pensará la mayoría de las personas de tu entorno.
Espero que este artículo pueda aportarte algo valioso, a ti y a las personas que te rodean.
¡Disfruta la incertidumbre! …y comparte tu experiencia si te apetece.