Cuánto cuesta la falta de bienestar laboral

Me preguntaba una empresa afectada por una baja por depresión, cómo calcular el coste de ésta. Es una buena pregunta, para la cual no hay una respuesta inmediata, si bien nuestra experiencia en la Consultoría en el Bienestar Laboral nos lleva a pensar en el bienestar en las empresas y su relación directa en el beneficio empresarial y personal.

Para entenderlo mejor, imaginemos que desafortunadamente una persona se rompe un dedo trabajando. Hay un momento claro de inicio y de final de la baja. A partir de aquí se pueden calcular los costes directos e indirectos producidos por su baja, sustitución, reorganización del trabajo, pérdida temporal de productividad, etc. Lo importante es que, si esta persona se siente bien en su trabajo, lo normal es que esté deseando recuperarse y volver a la actividad lo antes posible. Podemos encuadrar esta actitud dentro del compromiso y la motivación laboral.

Imaginemos ahora el caso de una persona que se da de baja por depresión producida por el trabajo. ¿Alguien puede determinar cuánto tiempo antes empiezan a manifestarse los síntomas y efectos que la llevan a esa patología? Habitualmente años. ¿Cómo podemos calcular la pérdida paulatina de productividad de esa persona? ¿A partir de qué fecha podríamos calificar su desempeño como presentismo? Además, la duración de este tipo de bajas suele ser infinitamente superior a la del ejemplo anterior. Por otra parte, es habitual que este tipo de bajas tiendan a repetirse a lo largo de la vida laboral de la persona, porque su causa no ha sido resuelta. ¿Cómo calcular el coste total de todo esto? ¿Cómo terminar con el sufrimiento de todas las personas que se encuentran en esa situación y evitar que más personas lo padezcan? Y no hablamos solo de las enfermedades más conocidas de origen psicosocial como depresión, ansiedad, estrés, acoso, etc., la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año cataloga nuevas enfermedades de este tipo, como el síndrome del burn-out, que podemos traducir como síndrome del profesional “quemado”, que afecta cada vez a más población laboral disminuyendo su bienestar laboral y por consiguiente su productividad.

El informe “La estimación del coste del estrés y los riesgos psicosociales relacionados con el trabajo” de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo en 2014, estima el coste anual en Europa solo por el concepto de depresión relacionada con el trabajo, en 617.000 Millones de Euros, cifra mucho mayor del PIB de muchos países, incluso europeos. Dicho informe menciona también en su página 15 que el retorno de la inversión (ROI) en salud y bienestar laboral, puede llegar a 13,6€ por cada euro invertido.

¿Qué podemos hacer entonces? Prevenir que ocurra, y eso pasa ineludiblemente por el bienestar en las empresas. ¿Qué herramientas tenemos para esto? Una muy valiosa, el Índice Nacional de Bienestar Laboral, porque aporta a cualquier entidad un informe del bienestar laboral en ella, en el que se ven claramente los puntos fuertes y débiles de la percepción del Bienestar Laboral por parte de los empleados/as, dando la posibilidad a la organización de realizar las acciones correctoras necesarias que redunden en beneficio de todos, aumentando el bienestar de las personas empleadas y todos los beneficios empresariales que conlleva (productividad laboral, innovación, mejor relación con clientes, prestigio, imagen… ) ¿Cuánto cuesta no tener esto?

Es importante darse cuenta de que el incremento del bienestar en el entorno del trabajo no se queda solo en la empresa, o en la persona trabajadora proporcionándole mayor motivación y compromiso laboral, autoestima, etc., el bienestar laboral repercute también en su vida personal y familiar, incrementando su calidad de vida, y la de las personas de su entorno. Ayuda a mejorar el bienestar de toda la sociedad. ¿…Y cuánto cuesta no tener esto?

Ahora tienes la posibilidad, hazlo.