Existen distintos tipos de presentismo, algunos incluso culturalmente aceptados en determinadas organizaciones, permitiendo dedicar tiempo ilimitado de trabajo a temas personales como:
- redes sociales
- navegar por internet
- llamadas
- pausas de café
- desayuno
- comida
- conversaciones interminables y asiduas
- quedarse mirando la pantalla indefinidamente estando mentalmente ausente
- “que parezca que se hace algo sin hacer nada útil”
- y todas las actitudes que hayas podido identificar en tu empresa
Y todo ello con el coste que puede tener para la empresa en forma de baja productividad laboral, costes de horas extras (el trabajo tiene que salir), falta de motivación laboral para aquellos que sí entienden el compromiso laboral…
Y no hablo de comunicarse adecuadamente, interesarse puntualmente por el problema de un compañero, ser amable, o mantener buen humor, que crean una mejor convivencia y ambiente de trabajo, y aumentan la productividad laboral, hablo de:
Miles de millones de horas perdidas anualmente y sus consecuencias, que no benefician a nadie.
El V INFORME ADECCO SOBRE PRESENTISMO LABORAL nos decía que:
- 9 de cada 10 empresas reconocen que sus empleados utilizan internet y redes sociales durante su jornada laboral.
- Que, para evitarlo, algunas empresas aplican métodos de control de los horarios, restricciones en el uso de internet y del correo electrónico personal.
Y aunque creo que no lo menciona el informe, incluso controlar al empleado instalando cámaras de vigilancia, que según el uso, están en el límite de la legalidad.
Pero te invito a ir más allá de los efectos, a encontrar cuáles son las principales causas que provocan el presentismo.
A darte cuenta de que en la mayoría de los casos los efectos no son inmediatos, sino que pasan de ser imperceptibles a magnificarse con el tiempo. Una simple falta de motivación o compromiso con la empresa o el proyecto, mantenida durante largo tiempo, puede desembocar en una patología. Desde una falta de ilusión y propósito en la vida que nos machaca como personas, a un síndrome de profesional “quemado” o burn-out, depresión, ansiedad por no sentirse útil, etc. Y en ese estado suele quedar la duda de qué fue antes, la depresión, o la falta de motivación.
Date cuenta de que el capital humano es el que produce los resultados económicos
Los puntos clave llegados a este punto son:
- ¿Cómo determinar cuándo empiezan a manifestarse los síntomas y efectos del presentismo?
- ¿Cómo medir el estado de motivación y compromiso laboral?
- ¿Cómo detectar las causas que lo producen?
Necesitamos medir todo aquello que queremos gestionar. Cualquier sistema de calidad, o de mejora continua se basa en mediciones, porque cada medición nos permite saber el estado y tomar la decisión adecuada.
Y es aquí donde te podemos ayudar.
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