Las emociones y la enfermedad: El poder curativo de la risa

Son muchos los estudios que avalan la estrecha relación existente entre las emociones y la enfermedad. Tanto es así que se ha podido demostrar científicamente que “…las células NK (Natural Killer) de los sujetos sanos que vieron videos de humor durante 1 hora mostraron un aumento significativo en su actividad defensiva hasta 12 horas después de la exposición al video” [PubMed

Estamos viviendo circunstancias que nos permiten sentir con mayor intensidad la importancia de la salud en nuestras vidas. Y es que a veces, solo somos conscientes de su importancia cuando la perdemos.

Hay muchos factores que influyen en tu salud y que previenen la enfermedad, como una alimentación sana, el ejercicio físico diario, etc. Pero hay un aspecto determinante que olvidamos con frecuencia: las emociones.

Es algo a lo que la medicina cada vez está dando mayor importancia. Para que te hagas una idea, si buscas “salud y emociones” (health and emotions) en PubMed obtienes un listado de 80.551 publicaciones y estudios médicos al respecto. PubMed (US National Library of Medicine, National Institutes of Health) es una de las referencias médicas más fiables y con más reputación en el mundo de la medicina.

Es un hecho que tus emociones cambian la química de tu cuerpo y condicionan su respuesta ante las circunstancias internas y externas. Uno de los aspectos en los que más influyen las emociones es en la respuesta de tu sistema inmune, aquello que hace que tu cuerpo pueda defenderse de agresores externos (bacterias, virus…) y que no caiga enfermo. De hecho, se han creado nuevos campos de investigación como la psiconeuroinmunología, o la inmunología afectiva (https://www.affectiveimmunology.com/), que se ocupan precisamente de investigar la relación entre las emociones y la enfermedad.

Sí, es así de simple y poderoso. Cosas tan sencillas como reír más a menudo y mantener una actitud positiva pueden contribuir muy positivamente en la mejora de tu salud, y en el aumento de tu longevidad y de tu calidad de vida. Recuerda, está comprobado y demostrado científicamente.

De igual manera ocurre, aunque con los efectos opuestos en tu salud, si mantienes de forma constante en tu vida estados de ansiedad, estrés, rabia, tristeza o desánimo.

Así que, ¿con qué te quedas? ¿Actitud positiva y salud, o estrés, ansiedad y enfermedad? Puestos a elegir, la opción parece clara, ¿no? Una actitud positiva es siempre la mejor elección.

Mantener esta actitud positiva y saludable a nivel individual es más o menos sencillo. Lo más complicado puede ser en todo caso, no dejarse arrastrar por la actitud y los mensajes negativos que te llegan de tu entorno. Esto ocurre por ejemplo con la familia, los amigos, el trabajo, la televisión, RRSS, etc. Y te afecta de forma proporcional al número de horas que permaneces inmerso/a en esos entornos y de cómo de consciente eres de hasta qué punto estás permitiendo que influyan y minen tu actitud positiva. Por ello, es muy importante que tengas claro a qué entorno le dedicas más horas, y cuáles son la emociones que se respiran en ese entorno. 

 Las emociones son parte de quienes somos, son las que nos hacen humanos, y van con nosotros a todas partes. Están con nosotros en el hogar, en nuestra relación de pareja, en familia, en la oficina… Y, por ende, influyen en todos ellos. Es por eso que tiene tanta importancia que conozcamos cómo influyen en nuestro bienestar, y en el bienestar de los demás.

Y recuerda, esto es como una cadena, tú también puedes poner tu granito de arena para mejorar no sólo tus emociones, sino también las emociones y la salud de los demás, especialmente en entornos como el laboral. Y es que también está demostrado que promover y mantener un entorno de trabajo con actitudes y hábitos saludables en las personan que lo componen, hace que las personas y las organizaciones sean más saludables en todos los aspectos, incluido el económico.

Al mismo tiempo, cuando las emociones, las actitudes y los hábitos son nocivos, el riesgo de enfermedad que asume una organización y las personas que la componen, es digno de tenerse en cuenta, tanto humana como económicamente. Y es que la relación entre las emociones y la enfermedad se puede extrapolar también al ámbito de la empresa. Así que recuerda, ríe mucho y promueve una actitud positiva entre los que te rodean.  

Espero que este blog sirva para ayudar a tomar consciencia a quienes hasta ahora no daban importancia a su actitud.

Una manera eficiente de medir y aumentar el bienestar en una organización es el Índice Nacional de Bienestar Laboral (INBILA). Puedes encontrar más información aquí. 

Si te interesa el tema, te dejo enlaces a un par de artículos interesantes en PubMed:

La inmunología afectiva: la convergencia de las emociones y de la respuesta inmune. Fulvio D’Acquistohttps://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5442367/

How positive emotions build physical health: perceived positive social connections account for the upward spiral between positive emotions and vagal tone. Kok BE et al. Psychol Sci.  https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23649562