Muchas empresas nos preguntan por las características de un líder para implantarlas en su equipo directivo. Para ello, lo primero que necesitamos definir es la diferencia entre un líder y un directivo, o jefe.
En primer lugar, mientras que el liderazgo es una actitud ante la vida, la dirección es una función que desempeñamos en el terreno profesional y que requiere del aprendizaje de distintas aptitudes.
Lo cierto es que sería muy bueno que todos los directivos fuesen a su vez líderes, aunque sería mucho mejor aún, que todas las personas de la organización lo fueran. Porque la función de un líder no es la de “mandar”, sino más bien la de inspirar a quienes le rodean y liderar su propia vida.
“el liderazgo es una actitud ante la vida,
la dirección es una función que desempeñamos”
Pero vamos al grano, aquí van las 6 características fundamentales que debes desarrollar para ser un auténtico líder:
- Actitud de mejora continua, en tu dedicación y tu vida personal. Da lo mejor de ti cada día, respetándote. Tu “cotización” va a depender del valor que aportes, tanto en un grupo de amigos como en una empresa. Por lo que es importante entender que cuanto más valor aportes, más valioso resultarás, y antes o después serás recompensado. Un ejemplo: ¿Crees que una estrella del fútbol cobra mucho porque es excepcional, o sólo juega bien por lo que gana? La primera opción te permite encontrar el propósito, disfrutar plenamente de lo que haces y crecer exponencialmente. La segunda es agotadora e insostenible.
2. Honestidad y coherencia entre lo que piensas, lo que dices y lo que haces. Las personas confiarán en ti y te respetarán, aunque puedan pensar diferente. Cuando se requiera, da feedback que permita a la otra persona mejorar.
3. Determinación. Toma las decisiones que creas más adecuadas en cada situación, aunque puedan no ser fáciles, cómodas, o aceptadas por otras personas. Sal de tu zona de confort. Enfréntate a tus miedos y véncelos cada día.
4. Actitud positiva y respeto por las personas. Encuentra la oportunidad en la adversidad, evita las críticas, agradece, sonríe, escucha, felicita, motiva, inspira, da ejemplo con tu forma de ser. Sé parte de la solución y no del problema. Ejerce la sinceridad con el ánimo de que lo que digas aporte valor a la otra persona.
5. Perseverancia y resiliencia. El liderazgo, como la felicidad, son caminos, no metas. Ten la seguridad de que aparecerán obstáculos y desafíos, que unas veces gestionarás con destreza y otras veces te harán caer. Aprende a levantarte de cada caída con más fuerza y sabiduría. No cuentan las veces que has caído, sino las que has sabido levantarte.
6. Al servicio del bien común. Aporta valor y sostenibilidad a la sociedad y al planeta. Crea bienestar a tu alrededor. Recibes mucho más de lo que das, cuando no das para recibir.
Alguien con estas características es un auténtico imán para las personas y en el entorno de trabajo un generador/a de bienestar laboral y talento.
Te recomiendo el libro “El líder que no tenía cargo” de Robin Sharma. También puedes leer más sobre liderazgo, bienestar laboral y otros muchos temas en otros artículos del blog.
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