Cómo encontrar lo que nos une, para poder colaborar

Modelo Productivo - Compromiso Laboral

Estoy en diversos foros con distintas ideologías, porque personalmente me enriquecen los distintos puntos de vista de las personas, aunque resuene más con unos que con otros. Esto me permite también estudiar el comportamiento humano y aprender mucho de ellos.

Empecemos por lo que más nos puede separar, o unir, a las personas: Las ideologías (creencias) y los grupos de pertenencia. Algo que habitualmente va unido, aunque nos podemos encontrar grupos de pertenencia sin ideología, como seguidores de modas concretas, equipos deportivos, música, etc.

¿Cómo funciona nuestro cerebro en estos casos? Una vez que nos identificamos con una ideología o grupo de pertenencia, tendemos a aceptar las opiniones y la información que nos llega de ellos, independiente de su contenido. El cerebro lo hace por economía de recursos, para evitar estar pensando en cada caso. Para esto genera creencias, que actúan como filtros que aplica tanto a favor de las personas e ideas que considera afines (amigas), como en contra de las que considera diferentes, u opuestas (enemigas). Cuanto más lo hacemos, más reforzamos nuestra identificación con la creencia.

Estos prejuicios justifican que no escuchemos a la otra persona, que no la respetemos, que la ridiculicemos, que lleguemos a atacarla verbalmente, e incluso físicamente. Cuanto mayor es la identificación con el grupo o la ideología, más radical es la respuesta que damos. Hacemos más importante a una creencia, que a otro ser humano. Encuentra de nuevo ejemplos en el futbol, la política, la religión y los nacionalismos, incluso con consecuencias trágicas.

¿Por qué llegamos a esto? Porque dejamos de ver a las personas y solo vemos ideologías y prejuicios. Porque dejamos de ser personas con ideologías, y pasamos a ser simples robots al servicio de ideologías.

¿Cómo lo solucionamos? Encontrando lo que nos une, lo que tenemos en común. Viendo a la persona, al Ser Humano que tenemos en frente, sus miedos, su vulnerabilidad. Mostrándote, hablando de persona a persona, contándole qué es importante para ti, cuáles son tus valores, tus necesidades, las cosas que te incomodan especialmente… Preguntándole qué es importante para ella, si prefiere que evite algún tema en el trato con ella… Y a partir de este respeto y diálogo honesto, empezar a construir la colaboración necesaria. Asumiendo y respetando que esa persona va a seguir teniendo sus ideas y que cuando aparezcan puntos de fricción (lo que nos separa) será necesario volver a recordar lo que nos une para seguir adelante. Entendiendo que parte de ese respeto consiste en evitar los temas que incomodan a la otra persona, siempre que no sea estrictamente necesario.

De forma similar, esto es válido entre personas, grupos de trabajo, o entidades. Es lo que marca la diferencia entre colaborar y competir. Es lo que ayuda a crear la excelencia en personas, equipos de trabajo y empresas. Es una de las bases del compromiso, la eficacia, el bienestar laboral, y la sostenibilidad de personas y empresas.

Os pongo el ejemplo que me inspiró a escribir este blog. Está sacado de un foro de empresarios en su mayoría de ideología católica y marcadamente de derechas, en el que es habitual demonizar cualquier atisbo político de ideología de izquierdas. En este foro se aceptó la publicación que detallo más adelante, sin el menor comentario. Supongo que por ser su procedencia la Iglesia Católica. Desde mi punto de vista, es un texto que también podría ser parte de un manifiesto comunista. Hablamos del punto 87 del documento Libertatis Conscientia. (Con todo mi respeto, invito a analizar el contenido y no la procedencia)

87. Prioridad del trabajo sobre el capital

La prioridad del trabajo sobre el capital convierte en un deber de justicia para los empresarios anteponer el bien de los trabajadores al aumento de las ganancias. Tienen la obligación moral de no mantener capitales improductivos y, en las inversiones, mirar ante todo al bien común. Esto exige que se busque prioritariamente la consolidación o la creación de nuevos puestos de trabajo para la producción de bienes realmente útiles.

El derecho a la propiedad privada no es concebible sin unos deberes con miras al bien común. Está subordinado al principio superior del destino universal de los bienes.

Me pregunto qué hubiesen dicho de esta publicación en un foro comunista, dada su procedencia. Por mi parte he de decir que estoy de acuerdo con el contenido, independientemente de ideologías. Y dado que parece ser un texto con la rara habilidad de poner de acuerdo a la derecha y a la izquierda ¿por qué no adoptarlo?

Lo que dice el texto tiene mucho que ver con lo que publiqué en el blog “¿Quieres saber cómo puedes contribuir a un desarrollo sostenible?” 

Espero que este blog te ayude a reflexionar y a encontrar lo que te une con alguien. Si crees que puedo ayudarte como particular, o como empresa no dudes en contactar conmigo.

Jose Luis Celemín Tercero

joseluis@businessforevolution.com

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