En los últimos años, la responsabilidad social corporativa RSC, es algo que prácticamente todas las grandes empresas han ido contemplando paulatinamente en sus planes y presupuestos anuales. Las motivaciones son diversas, desde unas empresas que lo hacen como parte de su cultura y valores, velando entre otros aspectos por el bienestar, la motivación y el compromiso laboral, a otras que lo incluyen porque está de moda y ofrece una alta rentabilidad mediática, que de no tener RSC tendrían que pagar.
Afortunadamente cada vez son más las empresas que forman parte del primer grupo y no solo grandes empresas, también las PYMEs y microempresas, que están realmente comprometidas con su entorno social y medioambiental, y que son conscientes de que es necesario para crear un modelo productivo sostenible.
Pero ¿dónde empieza esta responsabilidad social corporativa? ¿En el municipio donde está ubicada la empresa? ¿En la provincia, en la comunidad autónoma? Desde nuestro punto de vista, la RSC empieza en las instalaciones de la empresa, de puertas a dentro, con las personas empleadas, velando por su bienestar laboral, porque éste condiciona el bienestar de sus familias y de su entorno social cercano.
La RSC externa puede servir para crear imagen de empresa, o de marca, para tener presencia en medios, para atraer talento, o clientes comprometidos con sus fines sociales.
La RSC interna, el bienestar laboral, sirve para aumentar tres tipos de capital:
- El capital económico, a través de beneficios de forma directa y sostenible en la empresa. ROI hasta 13,6 euros por cada euro invertido, según informe europeo
- El capital humano y su revalorización, que realmente es el que produce los resultados económicos y la sostenibilidad, a través del bienestar laboral y consiguiente compromiso y productividad laboral, innovación, competitividad, entusiasmo, igualdad, salud, progreso, atracción y retención del talento… Esto genera un cambio positivo en las personas empleadas, respecto a la empresa y respecto a sí mismas.
- El capital social, el bienestar social, porque el bienestar laboral es inseparable del bienestar personal, por lo que el bienestar que generemos en este ámbito influirá inevitablemente a las familias de las personas empleadas, a la población de su entorno y con la suma de miles de empresas a todo el país.
Y ¿por dónde empezar con el bienestar laboral como primer paso de la RSC? Por conocer la situación actual, el punto de partida y el camino a seguir. Haciendo el Índice Nacional de Bienestar Laboral (INBILA) y estudiando el valioso informe que proporciona.
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